Descripción
Hay ratos cuando los cristianos encuentran tener conflictos unos con otros. Muchas de nuestras iglesias están atormentadas con gente llena de amargura y resentimiento hacia otros cristianos. Muchos de nuestros así llamados “hogares cristianos” consiste de gente que no sabe lo que es vivir en armonía unos con otros. La amargura y el resentimiento saturan el medio ambiente.No existe problema que Dios no pueda resolver. Lo imposible para el hombre es posible para Dios (Mat. 19:26). Ninguna situación queda sin esperanza o fuera de reparación. Heridas se pueden sanar, amistades se pueden restaurar, relaciones se pueden cimentar cuando dos personas manejan sus problemas conforme a la voluntad de Dios en su palabra
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