Descripción
A aquellos que confían en Jesús y quieren vivir para Él no les toma mucho tiempo encontrarse con la idea de que hemos sido bendecidos por Dios para ser de bendición a otros. Los detalles de ese servicio, sin embargo, no son fáciles. Puede ser tedioso, y muchas veces incluso molesto, frustrante y desalentador.
Cuando intentamos servir a otros, nos encontramos con nuestro pecado y el de ellos. Nos enfrentamos a las mentiras que nos dicen que no podemos lograrlo, que no valemos nada y que no tenemos nada qué ofrecer. Pero la verdad del evangelio cambia todo eso. Ahora nuestra esperanza no está en lo que podemos hacer, sino en la obra de Cristo en nosotros. Ahora que confiamos en Jesús y Él es nuestro Rey, ponemos manos a la obra y le seguimos día a día.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.