Descripción
En la cultura oriental, la base sobre la cual se escribió la Sagrada Escritura, el principio de la honra se hace notar mediante el título cuando se invoca a alguien, y su énfasis se incrementa a dimensiones exageradas a comparación de la cultura occidental. Fue en este contexto cultural que Jesús se complacía cuando alguien reconocía quién era, lo que representaba y lo que significaba para sus vidas. Y cedía a sus peticiones según el grado de fe que tenían siempre y cuando no estuviera en contra de la voluntad divina.El autor hace énfasis en que la consideración acerca de la persona de Jesús determina la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas.
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