Descripción
Estar enfermo no es fácil. La combinación de malestares físicos, estrés emocional, pensamientos de ansiedad y largos períodos de aburrimiento hace que nos resulte difícil no solo acordarnos de que nuestro Dios es soberano, sino también que debemos depender y regocijarnos en él.
Con esta reflexión sobre las diez lecciones que aprendió durante su recuperación en el hospital, John Piper quiere animar a otros enfermos a que salvaguarden su fe y se centren en las promesas de Dios, en la verdad del evangelio y en la realidad de la eternidad.
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