Descripción
Llamemos las cosas por su nombre es el resultado de muchos años de adiestramiento de líderes. Surgió como una necesidad de la preparación para las tareas ministeriales. Aunque se concentra en el liderazgo de la iglesia, puede aplicarse a las diversas esferas de la vida. Pone de relieve que Dios es la autoridad máxima sobre todas las cosas y que actúa sobre ellas sosteniéndolas con su Palabra. Se recalca la aspiración de un liderazgo para Dios y que el espíritu de integridad de un siervo denota variaciones de carácter y conducta que necesitan la dirección del Señor.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.